Hoy el mar escupe sus penas sobre la arena,
La muerte todo lo cubre,
Las gaviotas enredadas entre los tentáculos de medusas agonizando,
Bajo el sol que se ensaña sobre la tierra,
El infierno ha eructado sus maldiciones sin pudor alguno,
Hoy llora el mar revolcando sus miserias en las olas,
Tratando de que disimular su mala suerte con el sal acuñada desde el génesis,
Hoy arrullo el miedo en mis ojos,
Y procuro no llorar al ver tanta desesperanza,
Los delfines y los pelicanos descansan como esculturas mórbidas en la
orilla,
Solo hay muerte,
Solo hay desesperanza,
El agua está más negra que mi alma,
Y el aire huele a culpa,
Hoy los otrora guardianes del Edén, somos los asesinos,
La mar embrutecida por tantos deshechos,
Hoy vomita sus entrañas, el plástico que nos pertenece,
Tantos años sollozó en silencio,
Y nunca le prestamos atención, nunca oímos sus gimoteos,
Hoy ha muerto,
Hoy yace llano y sin vida,
Como un caldo de moscas, sin vida, sin atractivo,
Hoy el mar se ha suicidado, sabiéndose ignorado,
Parte su azul como el recuerdo,
Hacia el corazón de los bienaventurados…como ejército de mariposas,
Descansa en paz,
Muy pronto nuestros restos te harán compañía,
Muy pronto, sólo habrá muerte y sin lugar a dudas será nuestra
recompensa,
Por el descuido, por el egoísmo, por lo desalmado de nuestros actos,
Muy pronto también nosotros nos extinguirnos,
Y quizás así la mar vuelva a renacer…
Quizás sin nosotros la tierra vuelva a la vida.
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